No tenía nombre, pero se merecía un homenaje. La intervención de Jesús García en Ocho por Tres es la dramática pero delicada historia de una gallina que murió de pena.
Bautizar y enterrar son ritos humanos, que no sabemos bien si hacemos por los demás o por nosotros mismos. Nos recuerdan nuestra propia existencia y nos aferran a ella. Un entierro es, en el fondo, un homenaje a la vida.
El trabajo del joven madrileño Jesús García retiene esos momentos cálidos que no se quieren perder en la memoria y gracias a la fotografía analógica nos recuerda que el tiempo sigue pasando lento si uno lo elije. Ir más despacio, volver a los pueblos y crear una relación entre el campo y ciudad son algunas de las premisas que lo llevan a formar parte del Espacio Matrioska de Os Blancos (Orense): un pequeño pueblo de unos 800 habitantes donde cada verano se ponen en marcha proyectos tan excitantes como el festival de música y artesanía Reina Loba, el certamen de pintura mural en la Comarca de La Limia o su programa de residencias, que acoge propuestas artísticas que se fusionan con la comunidad y su contexto.
No es de extrañar por tanto que su obra sea un continuo espejo de las personas que lo rodean: personas que duermen, personas que comen, personas que pintan, que se desnudan, se lían un cigarrillo, se lavan los dientes. Se trata de una fotografía que, a través del afecto, transforma la intimidad en comunicación, y retrato a retrato revela un gusto silencioso por los demás.
El paisaje y los viajes están también muy presentes en su imaginario, aunque a menudo se puede encontrar el rastro humano incluso cuando habla de la naturaleza. Es el caso de "En Orden", una serie de acciones documentadas en secuencias fotográficas que consisten en el hallazgo de esos basureros improvisados en el medio rural cuando parece no haber una buena gestión de los residuos (si es que alguna vez la hay) y ordenarlos, transformando el caos en una llamativa instalación que apela a la atención de los viajeros. Si bien se trata de imágenes y acciones simples, el cuidado refleja una preocupación por apreciar el valor justo de las cosas, incluyendo lo feo en lo bonito, el error como parte de la técnica, lo impredecible como parte de la rutina.
Jesús García estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y, por tanto, dibuja (¡es esa una Facultad donde se dibuja, se dibuja y se dibuja!). Experimenta y mezcla spray, tránsfer, acuarela, pero también ilustra con línea y lápices de colores. Sus dibujos y acuarelas pueden verse en el instagram @jota_antivisual y sus fotografías analógicas en @jota_visual. Su flicker también es un paseo recomendable que se puede seguir aquí: flickr.com/photos/jesusgarcia/ y fotozines autoeditados son fácilmente adquiribles para entusiastas con ganas de coleccionar.
"Homenaje" no es la primera pieza que el artista ve colocada sobre una valla publicitaria. Recientemente participó en el Festival Cultura en la Calle en Rivas Vaciamadrid, con una fotografía del mar que sacaba completamente de contexto la valla publicitaria para sumergirla a 365 km de distancia. También ha participado en la elaboración de varios proyectos murales, entre los que se encuentra el realizado en el barrio de Lavapiés dentro de la iniciativa C.A.L.L.E. 2017 del Madrid Street Art Project. Actualmente se encuentra inmerso en la experimentación musical y escénica del proyecto Tanim Escenas Comunes, un colectivo de improvisación interdisciplinar no jerárquica que desarrolla su actividad en el espacio Vaciador 34 de Carabanchel. ¡Desde Ocho por Tres seguiremos su improvisación para ver dónde nos lleva!